Las principales causas de estas extinciones son: la caza y la pesca excesiva, la contaminación del suelo, del aire y del agua, el cambio climático, el tráfico de animales y la pérdida la fragmentación de los hábitats. Unos 241 animales enpeligro de extinción fueron rescatados por efectivos de la Gendarmería Nacional cuando eran transportados escondidos en el sector de equipajes de un ómnibus, en la provincia de Santa Fe. Se encuentran en peligro de extinción, especies como los corozos, venados, tapires, conejo pintado, y aves como el guacamayo, el quetzal y un sinnúmero de aves de vistoso colores.
La fauna se caracteriza por la presencia de especies originarias de América del Sur; destacan los armadillos, ocelotes, jaguares, tapires, osos hormigueros, distintas variedades de monos, perezosos y venados. La especie sería posible de clasificación en alguna categoría de mayor riesgo si no fuera por programas específicos de mantenimiento de población hábitat.
Esta especie vive en el Bosque Seco de Frejolillo -ubicado en Huancabamba, en Piura- , el cual es uno de los últimos refugios Según los últimos estudios, esta especie se encuentra en Lambayeque, Cajamarca y Piura, en este último departamento se concentra el 80% de la población, lo que constituye una razón suficiente para protegerla en su hábitat, amenazado por la tala indiscriminada y las concesiones mineras.
Pero de una manera concertada, porque es inútil salvar una especie mediante las sofisticadas técnicas de crío-preservación del material genético para su futura reproducción, si los bosques, selvas ríos donde moraba ya no responden para sustentarla, sea porque están completamente devastados que el ecosistema ya no da más de sí.
Consideran que Beijing ha de colaborar en el combate del tráfico ilegal de los buches del totoaba, que son sacados de México por bandas criminales dedicadas al contrabando de especies en peligro y que se vende en los mercados tradicionales de Hong Kong y China continental.
Del sureste de Coahuila fueron extirpados hace muchos años, con esfuerzo y constancia se logró reintroducirlos en la Sierra de Zapalinamé, hoy sabemos que se han reproducido, caminan con su elegancia natural por nuestros bosques aledaños, los lugareños los han aceptado, los respetan y con sólo eso han permitido que se dispersen desde donde fueron liberados a otros rumbos cercanos.
Sus enormes escamas y una cabeza que se asemeja a la de un cocodrilo completan la primera visión de esta especie cuya apariencia intimida, pero que es víctima de la acción del hombre que lo caza para aprovecharse de su carne, sus huesos y hasta de su piel.
Todas estas aves rapaces de gran tamaño tienen el común denominador de necesitar para su supervivencia de grandes extensiones, lo que es cada vez mas escaso en nuestro territorio debido a los desmontes, motivo por el cual se encuentran en grave peligro de extinción.
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